martes, 3 de mayo de 2011

"MENORES Y REDES SOCIALES"

El pasado día 20 de enero fue presentado en Madrid el informe “Menores y redes sociales”, resultado de un estudio realizado por el Foro Generaciones Interactivas sobre una muestra de casi 13.000 menores de entre 6 y 18 años de 78 centros educativos españoles privados y públicos. El informe analiza el entorno y hábitos de los menores como usuarios de las redes sociales en España relacionando el uso de estas con el acceso a la tecnología, hábitos de estudio, relaciones familiares o expectativas de los menores. Te presentamos un resumen de los puntos relacionados con conocimiento, docentes y familia.

El estudio distingue tres tipos de perfiles a partir de una muestra seleccionada de jóvenes usuarios habituales de Internet (8.373): el no usuario, que no tiene perfil en ninguna red social (31%), el usuario moderado (un 34%), que mantiene un perfil en alguna red social y, por último, el usuario avanzado, que mantiene más de un perfil en medios sociales (el 35%).
Así, puede decirse que más del 70% de los menores internautas españoles son usuarios habituales de redes sociales, una herramienta que utilizan para afianzar sus relaciones sociales “reales” y cuyo uso resta tiempo al ocio tradicional. Las redes sociales más populares entre los menores internautas, según este estudio, son Tuenti (con un 60% de usuarios), seguido a bastante distancia de Facebook (con un 21% de penetración); en tercer lugar se posiciona Windows Live Spaces (14%), seguida de MySpace y Hi5, ambas con un 12%.

Usuarios avanzados para todo
El informe arroja una conclusión nada sorprendente: los usuarios más avanzados en redes sociales se manifiestan más expertos en tecnología y más autónomos en la navegación, además de visitar de forma más intensiva todo tipo de contenidos y ser más creativos en la red (la probabilidad de tener una web o un blog propio se duplica si se administran dos o más perfiles -52%-, frente a los menores que no tienen ninguno -26%-). Sin embargo, como el informe reconoce, la excepción a esta regla lo constituye todo aquello relacionado con los contenidos educativos y culturales.
Aún así, el 70% de usuarios avanzados en redes sociales afirma utilizar la tecnología como apoyo para el estudio o las tareas escolares, si bien, al mismo tiempo, un 40% de estos menores reconoce que su uso afecta al tiempo dedicado a estudiar.
Estos datos no hacen más que reforzar la conclusión principal: el usuario avanzado de redes sociales lo es también de la red en general (aunque no se sabe exactamente en qué dirección se da esta relación), es decir, que en el caso de estos usuarios se da una mayor familiaridad con el medio on-line que se deja ver en todos los aspectos de su vida cotidiana: ocio, estudios o relaciones.

Mediación en el uso de Internet
El informe también repara en la relación de los padres con el uso de Internet por parte de sus hijos. En líneas generales, no es frecuente la presencia de los padres en la misma habitación mientras los menores navegan. La mediación parental es siempre un poco mayor en el caso de las chicas (excepto en el caso de la mediación activa), y decrece lógicamente a medida que avanza la edad de los menores.
Las respuestas a la pregunta ¿Qué hacen tus padres mientras tú navegas? son agrupadas en el informe en tres grupos:
  • Ausencia de mediación: algo más de un tercio de la Generación Interactiva declara la ausencia de cualquier acción o interés por parte de sus progenitores cuando ellos están en Internet
  • Mediación activa: implica cierto grado de intervención por parte de los progenitores durante los momentos de navegación de los menores. El 45% señala la opción “Mis padres me preguntan qué hago mientras estoy navegando en Internet”. Un 39% afirma que “echan un vistazo”, mientras que el 13% y el 9% reconoce, respectivamente, comportamientos más activos como “hacemos algo juntos” o “me ayudan”.
  • Mediación pasiva: padres y madres pueden realizar una mediación o revisión educativa a posteriori sobre las rutas y conductas de sus hijos como navegantes. Un 7% de los menores sabe que sus padres revisan los lugares por los que han navegado; otro 4% declara el acceso a sus mensajes electrónicos por parte de sus progenitores.
En el capítulo de las restricciones, solo dos de cada diez pueden navegar sin ningún tipo de limitación, opción más frecuente entre los chicos y que aumenta de forma progresiva según crece la edad de los internautas hasta llegar a afectar al 41% mayores de 17 años.
Lo más frecuente es la prohibición de adquirir productos y servicios, vetada para seis de cada diez menores navegantes. En segundo lugar, está limitado el “dar información personal”: más de la mitad de los menores –55%– conocen la inconveniencia de tal conducta, siendo las chicas más conscientes de ello. Un 17% tiene restricciones a la hora de acceder a las redes sociales (en el caso de los no usuarios de redes sociales un 35% reconoce tener orden expresa por parte de sus progenitores para no utilizarlas), y uno de cada diez menores no debe descargar archivos o películas; proporción similar al caso “chatear o usar el Messenger”.



Cómo podemos ver, los resultados de dicho estudio han sido bastante elevados ya que la mitad de los menores de 18 años usan las redes sociales a menudo y tienen más de un perfil en estos medios. La juventud de hoy en día tienen acceso internet y a distintas redes, lo cual supone que las personas mantengan las relaciones por internet y no, como se hacía antes. Pienso que los niños que como consecuencia de esta relación, los niños no van a aprender a establecer una comunicación con otras personas sino es por medio de internet. Además, las distintas redes sociales provocan en los menores la disminución de otras actividades que antes realizaban cómo un hábito.

El texto nos confirma el hecho de que los padres apenas controlan las actividades que realizan sus hijos en internet. Desde mi punto de vista, considero que los hijos deberían estar más controlados puesto que gracias a internet puedes acceder a mucha información no apta para niños de edades tan pequeñas, por ello se dice que “los niños cada vez crecen antes”; esta situación no es buena para los menores. Por eso creo conveniente educar a los jóvenes en este terreno para que conozcan el peligro que puede suponer dar información personal, chatear con personas desconocidas…

Por otro lado, yo al haber pasado por esta situación considero que un control excesivo por parte de los padres puede ser entendido como una invasión a la intimidad del menor.

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