martes, 17 de mayo de 2011

"Participación de los padres en la escuela"

Cuando ya falta menos para empezar las clases, nos preguntamos cómo acompañar a nuestros hijos en su escolaridad.Preguntas, ideas de profesionales y un abordaje de los distintos modos de participación y la de las estructuras formales de participación componen este informe para empezar a pensar sobre las implicancias de la participación de los padres en la escuela. 

¿Porqué participar? ¿Para qué? ¿Cómo participar?
Existen diferentes modos de encarar la relación "familia-escuela".
Cuál es el rol que debemos asumir como padres en la educación formal de nuestros hijos?

Proponemos, para iniciar la reflexión,  compartir algunas ideas.

      a) Familia y escuela son dos instituciones que comparten un objetivo común que es la socialización de los futuros adultos. Los niños, hijos y alumnos, crecen, se forman y se desarrollan en ambos espacios y esto lleva necesariamente a pensar en el modo de interacción de los actores involucrados en este proceso es decir padres y educadores.
La mayoría de los autores que se ocupan de investigar la relación familia-escuela, postulan que la colaboración entre padres y maestros es siempre positiva en lo que respecta al aprendizaje y conducta del alumno dentro de la escuela.
En este sentido Elina Dabas (2000) afirma: "Las familias y escuelas poseen un espacio común de interacción y de mutua influencia, que al significarse como una amenaza y una debilidad, y no como una oportunidad y una fortaleza, dificultan la optimización del proceso de desarrollo del niño."

      b)  La relación familia-escuela se ha ido modificando con el correr de los años. La participación de los padres en la escuela se ha convertido en un tema de agenda cada vez más recurrente a partir de la reforma educativa generada por la implementación de la Ley Federal de Educación, donde se habla de comunidad incluyendo en ella a los padres de los alumnos.

      c) Pero, muchas veces la misma participación, genera relaciones conflictivas, generalmente por no tener los roles bien definidos. A veces invasivos, otras veces demandantes, y otras indiferentes. Al respecto, Silvia Pulpeiro (1997), al referirse a la escuela y los padres, en la revista "La educación en los primeros años", considera que es imprescindible que la institución defina explícitamente el grado de participación de los padres en la vida escolar.

      d) Existen diferentes formas y grados de participación, pero muy raramente existen familias desinteresadas o indiferentes a la educación de sus hijos. El grado de intensidad depende de múltiples factores, que pueden tener que ver con las posibilidades de los padres o con las oportunidades y propuestas de convocatoria que haga la propia escuela.

     
En conclusión:
- los padres pueden participar de múltiples modos. Desde leer y escribir en el cuaderno de comunicaciones, asistir a una reunión de padres, a los actos, colaborar con un pedido del docente, hasta  preparar una escenografía o un obra de fin de año.

- Los especialistas coinciden en que siempre que esta trama de relaciones avance hacia un mejor entendimiento  resultará positivo para el desarrollo de los hijos.

- Los roles, al ir cambiando con el tiempo, deben ser definidos claramente. La idea es generar nuevos modos de interacción, donde cada uno sienta que aporta algo fundamental.


En definitiva, cuanto más distante  sea la relación y se tenga menos conocimiento de los procesos implicados en la escolarización, más posibilidades de que aumente la tensión. 
Y, cuanto más comunicación y acuerdos  se establezcan más confianza y mayor compromiso se puede esperar de ambas partes.
Como ya fue expresado existen múltiples maneras de colaborar con la escuela y acompañar a los hijos en su recorrido por la educación formal. Pero, también se puede participar en ciertas entidades que han sido creadas expresamente para que algunos padres se agrupen en representación de toda la comunidad. Dichas instancias, a las cuales llamamos formales,  se convierten en puente o nexo entre la comunidad de padres y la institución escolar y sus actores.

lunes, 9 de mayo de 2011

"LA PIZARRA DIGITAL"

Un profesor debe ser un buen comunicador, y el uso de la pizarra digital no obrará el milagro de convertir en buen profesor a quien no lo es. Sin embargo, sí puede facilitar mucho el trabajo de los buenos profesores y comunicadores al ofrecer posibilidades que, hasta hace poco, eran impensables en un aula (acceso a Internet, proyección de imágenes, el uso de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC).
Así la capacidad pedagógica y didáctica del profesor sigue siendo el elemento fundamental en la educación, aunque es importante entender que puede verse facilitada con esta nueva herramienta educativa.

La pizarra digital como ventana a la escuela del futuro

Uno de los elementos fundamentales de la pizarra digital como herramienta educativa es el hecho de tener una serie de posibilidades que la pizarra tradicional con la tiza no posee. El poder usar imágenes digitales, la conexión a Internet, el uso de presentaciones con diapositivas para facilitar la clase, sin perder nada de la capacidad de comunicación y de creatividad que posee una pizarra tradicional.
Pese a ello, hay que tener presente que, para que una pizarra digital pueda ser utilizada debe ser sencilla de usar para que el profesor pueda familiarizarse fácilmente con su uso; porque esta nueva herramienta debe facilitar y no entorpecer la labor del profesor. Una pizarra difícil de usar, de lenta instalación o aprendizaje de su uso acabará siendo desterrada.

Mayor trabajo de preparación de las clases
Uno de los inconvenientes del uso de la pizarra digital es que exige una mayor preparación de las clases, y dificulta la improvisación. Sin embargo se trata de una inversión de tiempo a medio y largo plazo, porque una clase ya preparada puede usarse en el futuro, mejorándola cada vez. Además, la calidad de las clases aumenta, y facilita la comprensión por parte de los alumnos de los contenidos de la materia al ser presentada de forma más atractiva.
Sería conveniente que las editoriales empezaran a preparar (como, de hecho, algunas ya hacen) materiales para los profesores dispuestos a ser utilizados en el aula a través de la pizarra digital.


Ventajas del uso de la pizarra digital

Las ventajas del uso de la pizarra digital en el aula son notables:

  • La pizarra digital no es excesivamente compleja, en la mayoría de casos, por lo que, en poco tiempo, el profesor se puede familiarizar con su uso.
  • Consigue la introducción de las Nuevas Tecnologías en el ámbito de la escuela.
  • Facilita el aprendizaje al presentar la información de forma más amena y comprensible, y además, al permitir el acceso a Internet, el acceso a la información es inmediato.
  • Se trata de una forma de innovar y de hacer avanzar pedagógicamente a los profesores.
  • Favorece el acceso a las nuevas tecnologías a los estudiantes que se familiarizan con el uso adecuado de Internet y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).


En definitiva, las ventajas de la pizarra digital son enormes, aunque, tal y como se ha considerado anteriormente, se trata únicamente de una herramienta pedagógica más que juega, por tanto, un papel secundario en el terreno de la educación.

En la actualidad, cómo podemos observar la pizarra digital es una nueva tecnología que nos facilita el acceso a contenidos que podemos proyectar de una manera más rápida y eficaz. Por lo que se han convertido en una parte fundamental en la educación. Tanto los alumnos como los profesores nos hemos adaptado a este medio digital, que llevará consigo una evolución de nuestro aprendizaje en las aulas. Como conclusión, pienso que el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el aula es una novedad que puede facilitar mucho la tarea docente del profesor.



martes, 3 de mayo de 2011

"MENORES Y REDES SOCIALES"

El pasado día 20 de enero fue presentado en Madrid el informe “Menores y redes sociales”, resultado de un estudio realizado por el Foro Generaciones Interactivas sobre una muestra de casi 13.000 menores de entre 6 y 18 años de 78 centros educativos españoles privados y públicos. El informe analiza el entorno y hábitos de los menores como usuarios de las redes sociales en España relacionando el uso de estas con el acceso a la tecnología, hábitos de estudio, relaciones familiares o expectativas de los menores. Te presentamos un resumen de los puntos relacionados con conocimiento, docentes y familia.

El estudio distingue tres tipos de perfiles a partir de una muestra seleccionada de jóvenes usuarios habituales de Internet (8.373): el no usuario, que no tiene perfil en ninguna red social (31%), el usuario moderado (un 34%), que mantiene un perfil en alguna red social y, por último, el usuario avanzado, que mantiene más de un perfil en medios sociales (el 35%).
Así, puede decirse que más del 70% de los menores internautas españoles son usuarios habituales de redes sociales, una herramienta que utilizan para afianzar sus relaciones sociales “reales” y cuyo uso resta tiempo al ocio tradicional. Las redes sociales más populares entre los menores internautas, según este estudio, son Tuenti (con un 60% de usuarios), seguido a bastante distancia de Facebook (con un 21% de penetración); en tercer lugar se posiciona Windows Live Spaces (14%), seguida de MySpace y Hi5, ambas con un 12%.

Usuarios avanzados para todo
El informe arroja una conclusión nada sorprendente: los usuarios más avanzados en redes sociales se manifiestan más expertos en tecnología y más autónomos en la navegación, además de visitar de forma más intensiva todo tipo de contenidos y ser más creativos en la red (la probabilidad de tener una web o un blog propio se duplica si se administran dos o más perfiles -52%-, frente a los menores que no tienen ninguno -26%-). Sin embargo, como el informe reconoce, la excepción a esta regla lo constituye todo aquello relacionado con los contenidos educativos y culturales.
Aún así, el 70% de usuarios avanzados en redes sociales afirma utilizar la tecnología como apoyo para el estudio o las tareas escolares, si bien, al mismo tiempo, un 40% de estos menores reconoce que su uso afecta al tiempo dedicado a estudiar.
Estos datos no hacen más que reforzar la conclusión principal: el usuario avanzado de redes sociales lo es también de la red en general (aunque no se sabe exactamente en qué dirección se da esta relación), es decir, que en el caso de estos usuarios se da una mayor familiaridad con el medio on-line que se deja ver en todos los aspectos de su vida cotidiana: ocio, estudios o relaciones.

Mediación en el uso de Internet
El informe también repara en la relación de los padres con el uso de Internet por parte de sus hijos. En líneas generales, no es frecuente la presencia de los padres en la misma habitación mientras los menores navegan. La mediación parental es siempre un poco mayor en el caso de las chicas (excepto en el caso de la mediación activa), y decrece lógicamente a medida que avanza la edad de los menores.
Las respuestas a la pregunta ¿Qué hacen tus padres mientras tú navegas? son agrupadas en el informe en tres grupos:
  • Ausencia de mediación: algo más de un tercio de la Generación Interactiva declara la ausencia de cualquier acción o interés por parte de sus progenitores cuando ellos están en Internet
  • Mediación activa: implica cierto grado de intervención por parte de los progenitores durante los momentos de navegación de los menores. El 45% señala la opción “Mis padres me preguntan qué hago mientras estoy navegando en Internet”. Un 39% afirma que “echan un vistazo”, mientras que el 13% y el 9% reconoce, respectivamente, comportamientos más activos como “hacemos algo juntos” o “me ayudan”.
  • Mediación pasiva: padres y madres pueden realizar una mediación o revisión educativa a posteriori sobre las rutas y conductas de sus hijos como navegantes. Un 7% de los menores sabe que sus padres revisan los lugares por los que han navegado; otro 4% declara el acceso a sus mensajes electrónicos por parte de sus progenitores.
En el capítulo de las restricciones, solo dos de cada diez pueden navegar sin ningún tipo de limitación, opción más frecuente entre los chicos y que aumenta de forma progresiva según crece la edad de los internautas hasta llegar a afectar al 41% mayores de 17 años.
Lo más frecuente es la prohibición de adquirir productos y servicios, vetada para seis de cada diez menores navegantes. En segundo lugar, está limitado el “dar información personal”: más de la mitad de los menores –55%– conocen la inconveniencia de tal conducta, siendo las chicas más conscientes de ello. Un 17% tiene restricciones a la hora de acceder a las redes sociales (en el caso de los no usuarios de redes sociales un 35% reconoce tener orden expresa por parte de sus progenitores para no utilizarlas), y uno de cada diez menores no debe descargar archivos o películas; proporción similar al caso “chatear o usar el Messenger”.



Cómo podemos ver, los resultados de dicho estudio han sido bastante elevados ya que la mitad de los menores de 18 años usan las redes sociales a menudo y tienen más de un perfil en estos medios. La juventud de hoy en día tienen acceso internet y a distintas redes, lo cual supone que las personas mantengan las relaciones por internet y no, como se hacía antes. Pienso que los niños que como consecuencia de esta relación, los niños no van a aprender a establecer una comunicación con otras personas sino es por medio de internet. Además, las distintas redes sociales provocan en los menores la disminución de otras actividades que antes realizaban cómo un hábito.

El texto nos confirma el hecho de que los padres apenas controlan las actividades que realizan sus hijos en internet. Desde mi punto de vista, considero que los hijos deberían estar más controlados puesto que gracias a internet puedes acceder a mucha información no apta para niños de edades tan pequeñas, por ello se dice que “los niños cada vez crecen antes”; esta situación no es buena para los menores. Por eso creo conveniente educar a los jóvenes en este terreno para que conozcan el peligro que puede suponer dar información personal, chatear con personas desconocidas…

Por otro lado, yo al haber pasado por esta situación considero que un control excesivo por parte de los padres puede ser entendido como una invasión a la intimidad del menor.